Necesito hablar acerca de la O.M.G., la organización que está detrás del hospital y que realiza muchas de las labores de caridad del Perú. ¿Por qué necesito hablar de esto? ¿Por qué intentar explicar como funciona una “organización” en la que intervienen miles y miles de personas, a ambos lados del atlántico?
Muchas veces, los habitantes del “primer mundo” pensamos que detrás de la mayoría de las ONGs o grupos de caridad hay siempre un truco, un engaño encubierto. Desde nuestro punto de vista occidental, ciego a otras realidades, tendemos a creer estos grupos no son genuinamente altruistas, y generalmente no tenemos plena confianza en su labor humanitaria. Creo que a veces utilizamos este pensamiento para mantener la conciencia tranquila y no volcarnos con estas organizaciones, viene siendo una forma de excusarse para no ayudar a los demás. Quisiera, con este post, desmentir esta creencia demostrando que todavía existe gente con ideales de caridad, humildad y apoyo al prójimo que van en contra de lo que la sociedad capitalista transmite demasiado a menudo.
Se puede decir que la O.M.G. tiene dos caras, dos partes: de un lado Italia, donde se organiza la ayuda, y del otro lado Perú y más países que son los que reciben dicha ayuda.
Desde este lado…
Empezando desde Italia, la O.M.G. es una organización muy enraizada en el norte de Italia, en la región de la Valtellina y de Bergamo-Brescia sobre todo, aunque hay también gente por el Piemonte, Liguria, Veneto, Emilia-Romagna y Toscana. Irónicamente, del sur solo hay algunos grupos que trabajan en Calabria.
Antes de comentar más acerca de la organización es imprescindible hablar de la persona que la puso en marcha, Padre Hugo. Padre Hugo nació en Polaggia, Italia, en 1924. Cuando era jovencito sintió la vocación religiosa y entró en el seminario para hacerse sacerdote de la orden de los salesianos. Además, siempre fue muy devoto de Don Bosco y de su filosofía de estar y educar a los más jóvenes. La OMG empezó a forjarse hace muchos años, cuando Padre Ugo, con los chicos de su oratorio, decidió trabajar para juntar dinero para un amigo en una misión salesiana de Brasil, en la región de Mato Grosso. De ahí viene el nombre, Operazione Mato Grosso, porque en un principio la ayuda iba únicamente destinada a esa región.
Alrededor de los años 60, Padre Hugo fue destinado como misionero a la parroquia de Chacas. Mientras, muchos de sus jóvenes del oratorio siguieron el trabajo de la O.M.G. Estos chicos continuaron trabajando para las misiones hasta que poco a poco fueron expandiéndose y se formaron distintos grupos dentro la O.M.G. Ahora, esta organización trabaja recaudando dinero y mandando voluntarios italianos para ayudar en 4 países de América Latina: Bolivia, Ecuador, Brasil y mayoritariamente Perú. A día de hoy, miles y miles de personas (sería imposible acertar a decir el número exacto) se juntan en varios pequeños grupos para “hacer grupo”. Muchos se juntan por edades: los chicos de 16-18 años, los universitarios, los casados con hijos, etc. Se reúnen con frecuencia con un único objetivo: trabajar para conseguir dinero que se donará a los pobres.
Los trabajos pueden ser muy variados, desde pintar paredes, recoger chatarra, hacer mudanzas, vender ropa usada, vender comidas caseras (por ejemplo, muchas madres cocinan mermeladas y comidas típicas, como Panettone en Navidad) o incluso trabajar en el campo…. De hecho, muchas veces hablan de reunirse para hacer Campos: campo cerezas (recoger cerezas) campo naranjas (en Calabria), campo trigo... cualquier trabajo es bienvenido. Todo el dinero recaudado se junta para mandarlo a las misiones en las distintas regiones y países. De hecho, las personas no pueden ni siquiera utilizar el dinero que ganan para costearse la gasolina o los medios de transporte. Todos estos voluntarios italianos son los que desde lejos mueven la O.M.G. También se reciben varias donaciones de gente que conoce la labor de la O.M.G., pero el concepto de esta asociación es de recaudar dinero trabajando. Sufrir para conseguir el dinero y regalarlo. Por ello, aceptan donaciones pero no han querido recibir el 5 per mile que otorga el gobierno de Italia a las ONGs, porque si bien le daría más estabilidad económica a las misiones, no es fiel al espíritu del grupo.
De todos estos grupos se sacan a los voluntarios que van a las misiones en Latino-américa. Normalmente, los jóvenes de 18-19 años van por unos seis meses adonde se les asigne, mientras que luego algunos vuelven y se quedan en las varias misiones por años y algunas familias hasta deciden quedarse para siempre. Cómo podréis entender, aquí todo el mundo conoce a todos y es difícil enterarse de quienes están hablando… parece básicamente una gran familia. Y es justo este sentimiento de familia y de grupo que permite que mucha gente permanezca unida con un mismo objetivo y que, por ejemplo, los hijos continúen la labor de sus padres.
A mí personalmente me encanta que el nombre abreviado O.M.G suene parecido a ONG aunque los italianos también lo definen como: Oggi mangio gratis (Hoy Como Gratis), o más acertado Operazione Matrimoni Garantiti (ya podéis imaginar que de trabajar muchas horas juntos hayan salido varias parejas). Nunca he dicho que sea una ONG, porque realmente no lo es. La O.M.G. está formada grupos de gente que se reúne y recauda dinero pero no hay ningún presidente, ningún secretario ni ninguna tarjeta de afiliados. No hay propiamente una jerarquía, nadie recibe un salario de la O.M.G. y las cuentas son siempre transparentes.
Desde el otro lado…
Mientras tanto al otro lado… como ya dije antes, la historia de la O.M.G. en el Perú comenzó a raíz de la labor de misionero de Padre Hugo en la Parroquia de Chacas, que por aquel entonces (y así lo corroboran las fotos) básicamente eran algunas casas juntas medio en ruinas. Poco a poco, y gracias a la ayuda de los chicos italianos del oratorio, se fueron estableciendo varios proyectos en la zona que a día de hoy siguen vigentes. Chacas, gracias a la figura del Padre Hugo, fue convirtiéndose en el centro de la Operación Mato Grosso en Perú y también de los demás países latinoamericanos, tanto que ahora todos los voluntarios jóvenes que hacen los primeros 6 meses llegan todos a Lima y desde allí van a sus respectivas misiones, siempre pasando antes por Chacas.
Resulta difícil explicar todas las labores que hacía y todavía hace la parroquia, muchas han ido cambiando con el tiempo pero sigue un mismo espíritu, una misma voluntad de caridad y regalar el tiempo a los demás. Una de las obras más directas que cumple es dar de comer a los pobres y a los voluntarios. Todos los días se preparan ollas enormes de comida y la gente pobre viene a la “mensa” (comedor) a comer junto a los voluntarios italianos y los peruanos que trabajan en varios talleres y cooperativas. También se reparten víveres más o menos una vez al mes a todos los pobres de la zona que viven lejos del centro: alimentos básicos como legumbres, arroz, algo de verdura, azúcar, sal y aceite.
No toda la comida se compra o viene de las donaciones italianas, si no que con los años la parroquia ha construido una granja con varios animales como vacas, cerdos, etc. donde se produce leche y por tanto quesos y yogures. En las ocasiones especiales se lleva a cabo la matanza de los cerdos. La parroquia posee también algunas tierras que se cultivan y producen trigo y otros cereales para fabricar pan. Los alimentos que faltan se compran o a veces se intercambian a modo de trueque. Además, en todas estas tierras trabajan peruanos que reciben un salario mensual y que por tanto se ayuda a mucha gente de la zona.
Al lado de la parroquia encontramos la famosa iglesia de Chacas, donde se venera muchísimo a Mama Ashu, María Asunción en Quechua. Los sábados y domingos se hace oratorio, catequesis a los niños de varios grupos de edad (desde los 7-8 años hasta los 15-17 años). Estos niños se dedican a hacer catequesis, jugar y también un día a la semana a “ayudar a los pobres”. Esto quiere decir que cada grupito tiene asignado un pobre a quien ayuda en lo que necesiten: lavarse, trayéndoles ropa nueva, cocinar, limpiar su casa y si es necesario ayudar a cortar leña para sus cocinas y a construir un techo de tejas.
La parroquia también tiene asociados talleres (escuelas profesionales) y las cooperativas de Don Bosco de muchísimos tipos. Aquí en Chacas por ejemplo está la cooperativa de los Artesanos Don Bosco de Madera, la Vidrería y la Tejería que fabrica tejas. Más adelante prometo hablar de ellas en detalle porque merece mucho la pena. Es complicado explicar bien el funcionamiento de todo, pero pensad en una red de parroquias esparcidas por todo Perú donde se realizan varios proyectos según las necesidades de la población y todos con el objetivo de mejorar y ayudar a las familias más pobres de la zona. Por lo tanto, en los talleres entran sólo chicos pobres, que no puedan permitirse los estudios de otra forma.
Quisiera que con esta brevísima explicación de la O.M.G. entendierais la ENORME labor que se hace en todo el Perú gracias a los miles de voluntarios que se dedican (sin recibir ni un euro a cambio) a mejorar las zonas más necesitadas.